Cuando un particular realiza una reclamación a la administración por una caída o por un siniestro donde claramente la administración tiene la responsabilidad, empieza un calvario que o bien acaba en que el Perjudicado se olvide del tema o en un juzgado.
De cualquiera de las dos soluciones anteriores las dos son malas, una por el malestar que percibe el Perjudicado y otra, por los gastos y gestiones que incurre..
Porque ocurre esto la verdad es sorprendente que no se sepa tramitar una reclamación de forma rápida y efectiva en la administración, cuando el truco es que se tramite rápido y lo saben bien las aseguradoras para que salga menos costosa y el reclamante vea una administración mas acordes a los tiempos.
La administración debería de entender que una RECLAMACION ES UN TESORO, y en el caso de los Ayuntamientos mas porque el que reclama te esta haciendo un control de calidad del estado de tu patrimonio municipal